Record del mundo de 100 metros pitrina abierta
28.8.09

La Acción se narra así (dos puntos y abro párrafo aparte para que quede clarividente)
Mi abuelo me contaba el otro día con tremendo estupor lo mal que se lo estaba haciendo pasar su nuevo ayudante, creo que ecuatoriano. Trabaja alrededor de toda la ciudad llevando electrodomésticos que la gente ha comprado en la tienda de mi tío. Gente humilde y currante. Llegan al piso de la señora y le montan la lavadora. Podría ser el perfecto inicio de una película española porno pero no. Y entonces es cuando surge el problema. En medio de la operación (que ni dura 5 minutos) el ayudante le dice muy amablemente a la señora de rulos, dónde queda el baño. La señora le indica que por allí. Y el personaje se tira 7 minutos de reloj hasta que vuelve. Y la señora sabe que le acaban de desvirgar el baño. Y mi abuelo no puede mirar a los ojos de la mujer de rulos. Y el ecuatoriano sale del retrete secándose el sudor de la frente y tocándose la barriga a modo de "te has portado bien pequeña". Saluda a la señora y sale por la puerta rumbo a otra casa. Lo mejor de todo es que el ecuatoriano mantiene la sana costumbre de dejar su firma de mierda en todo baño de cada piso al que van a trabajar. Y cuanto más bonito sea el wc, más tiempo se deleitará. ¿Podrá justificar mi abuelo como causa de despido esta mierda? No lo sé.
Desde mi blog les advierto del peligro, señoras. Que si ven pasar el rellano de sus casas a un hombre de 68 años con un palillo en los dientes y una lavadora para su hogar y detrás suya, un panchito acariciándose la barriga a modo de ayudante (aunque ayudar le ayuda más bién poco), sepa que su baño nunca será el mismo. Como cuando su hija volvió de esa fiesta de fin de curso de 3 de BUP a las 10 de la mañana y el rimel corrido.
Me he acabo de dar cuenta que hay 3 tipos de formas de empalmarse relacionadas directamente con las tiendas de campaña. Quién sabe si quizás más. Veamos los ejemplos.
El tipo canadiense. Te cuesta tanto montarla que cuando la has acabado no tienes ganas de nada. Es como cuando estando borracho tu acompañante te ayuda a darle algo de sangre al pirulí y cuando lo ha conseguido te has quedado dormido.
Está el normal y corriente: El Iglú. Con un par de toques por allí, un par de meneos por allá, en menos de lo que canta un párroco puedes meterte dentro. De la tienda.
Y finalmente: la Quechua. Ejemplo: Tu vecina,prostiputa de lujo, desnuda (que raro) buscando unos dados del parchís por la alfombra de tu casa.. Esto te lo esta diciendo su culo mirando a tus ojos. No te da tiempo a pensar que en tu casa no tienes parchís. Efecto Quechua: PUM! Te has venido arriba en 3 segundos.
El efecto viagra no se puede encasillar en ningún modelo de tienda de campaña. Sería como construir un edificio al estilo “Pocero”.
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